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En 1945 se reunieron en San Francisco dirigentes de todo el planeta para firmar la Carta de las Naciones Unidas y as¨ª naci¨® una Organizaci¨®n que fue un rayo de esperanza cuando la humanidad trataba de dejar atr¨¢s los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Para nuestros fundadores era obvio qu¨¦ tipo de mundo deseaba n desterrar como un mal recuerdo del pasado.

En 2020, las Naciones Unidas celebran los 75 a?os e la firma de la Carta, aniversario que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los progresos que hemos conseguido juntos y sobre nuestro futuro en com¨²n. Nuestros ideales y valores

¨C basados en la igualdad, el respeto mutuo y la cooperaci¨®n internacional¡ª nos ayudaron a evitar una tercera guerra mundial cuyas consecuencias habr¨ªan sido catastr¨®ficas para la vida en el planeta. Durante 75 a?os hemos forjado productivas relaciones de cooperaci¨®n para resolver problemas a nivel global y procurar el bien com¨²n, hemos establecido normas y acuerdos fundamentales que codifican y protegen los derechos humanos, fijado ambiciosos objetivos de desarrollo sostenible y trazado el rumbo hacia una relaci¨®n m¨¢s equilibrada con el clima y la naturaleza. Miles de millones de personas se han liberado del yugo del colonialismo y millones han logrado salir de la pobreza.

Actualmente, las Naciones Unidas contribuyen a salvar millones de vidas cada a?o, d¨ªa tras d¨ªa, a toda hora y en todo el mundo. Los hombres y mujeres de la Organizaci¨®n prestan asistencia a y ayudan a m¨¢s de 2 millones de mujeres y ni?as a superar las complicaciones del embarazo y el parto. M¨¢s de 40 y con 95.000 efectivos militares, polic¨ªas y personal civil se esfuerzan por alcanzar y mantener la paz y proteger a la poblaci¨®n civil. Todos los a?os prestamos a 60 pa¨ªses y ayuda a 40.000 v¨ªctimas de la tortura, y unas 7.500 misiones de vigilancia tratan de , dar a conocer las violaciones y obligar a los autores a rendir cuentas.

Sin embargo, estos esfuerzos no han bastado para frenar los embates del miedo, el odio, las desigualdades, la pobreza y la injusticia. Por si no fuera poco, a principios de 2020 surgi¨® un virus microsc¨®pico que nos dobleg¨®: el causante de la pandemia de enfermedad por corona- virus (COVID-19), que ha hecho pagar un terrible precio a personas, comunidades y sociedades, afectando de manera desproporcionada a los m¨¢s vulnerables

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El Secretario General Ant¨®nio Guterres hablando a los estudiantes de la Universidad de Ciencias de la Administraci¨®n de Lahore sobre el papel de la juventud en las Naciones Unidas del siglo XXI (Lahore, Pakist¨¢n, 18 de febrero de 2020).

La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de nuestro mundo, sacando a la luz riesgos a los que llev¨¢bamos d¨¦cadas sin prestar atenci¨®n: la existencia de sistemas de salud inadecuados, lagunas en la protecci¨®n social y desigualdades estructurales, la degradaci¨®n ambiental y la crisis clim¨¢tica.

Todo el sistema de organizaciones de las Naciones Unidas se moviliz¨® de inmediato para liderar la respuesta sanitaria a nivel mundial, mantener y aumentar la prestaci¨®n de asistencia humanitaria vital, establecer instrumentos que permitieran responder con rapidez al impacto socioecon¨®mico y formular una amplia agenda de pol¨ªticas para ayudar a las comunidades y regiones m¨¢s vulnerables1. Aun as¨ª, los objetivos fundamentales de la Carta ¡ªpaz, justicia, derechos humanos y desarrollo¡ª han sufrido un profundo rev¨¦s que quiz¨¢ tardemos mucho tiempo en superar.

CONSTRUIR UN FUTURO M?S SOSTENIBLE

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, el mundo no avanzaba al ritmo necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el plazo de 2030, pero ahora nos enfrentamos a la peor recesi¨®n global desde la Segunda Guerra Mundial y al colapso m¨¢s generalizado de los ingresos desde 1870. Como consecuencia de ello, otros 100 millones de personas podr¨ªan caer en la pobreza extrema. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuya implementaci¨®n entra en su quinto a?o, sigue siendo la hoja de ruta de la humanidad para lograr un futuro mejor. Por eso, en enero de 2020 las Naciones Unidas anunciaron una d¨¦cada de acci¨®n para acelerar la implementaci¨®n, que ha ganado en complejidad y urgencia debido a la pandemia de COVID-19.

Cuando empez¨® la pandemia, las Naciones Unidas pidieron que se prestara a las personas y los pa¨ªses m¨¢s vulnerables un apoyo mundial de enorme magnitud,con un paquete de rescate cuyo valor equivaldr¨ªa como m¨ªnimo a un 10 % de la econom¨ªa mundial. Los pa¨ªses desarrollados han incrementado el apoyo a su propia poblaci¨®n, pero nosotros estamos promoviendo mecanismos de solidaridad para que tambi¨¦n se beneficien los pa¨ªses en desarrollo, por medios como una moratoria de la deuda y su reestructuraci¨®n y una mayor asistencia de las instituciones financieras internacionales. Sin embargo, el paquete de rescate a¨²n no se ha materializado por completo.

Esta falta de solidaridad agrava las dificultades con que tropezamos desde hace tiempo al tratar de obtener la financiaci¨®n necesaria para el ¨¦xito de la Agenda 2030, dificultades que se suman a un crecimiento lento y una deuda elevada. Por ello, debemos tomar medidas inmediatas para mantener los progresos realizados en materia de desarrollo sostenible. Todos compartimos un mismo destino y solo con aut¨¦ntica solidaridad y unidad podremos alcanzar nuestros objetivos comunes y defender nuestros valores.

Columnas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) instaladas en el c¨¦sped norte de la Sede de las Naciones Unidas durante la Asamblea General

Por otro lado, la COVID-19 nos ha hecho comprender que es absolutamente imprescindible volver a lograr una relaci¨®n equilibrada entre los seres humanos y la naturaleza. El cambio clim¨¢tico ya estaba llegando a extremos irreversibles, por lo que debemos compaginar los esfuerzos por recuperarnos de la COVID-19 con la acci¨®n clim¨¢tica. En 2019, a?o en que las emisiones mundiales alcanzaron niveles r¨¦cord, fui el anfitri¨®n de la Cumbre sobre la Acci¨®n Clim¨¢tica y la Cumbre de la Juventud sobre el Clima, y 70 pa¨ªses se comprometieron a establecer planes nacionales m¨¢s ambiciosos para lograr un nivel de emisiones netas de valor cero en 2050. , despu¨¦s de m¨¢s de 15 a?os de intensos esfuerzos se celebr¨® en 2020 la conferencia intergubernamental sobre la diversidad biol¨®gica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicci¨®n nacional, que debe ser el punto de partida para lograr una mayor armon¨ªa con la naturaleza en general.

LLAMAMIENTO A LA ACCI?N EN FAVOR DE LOS DERECHOS HUMANOS

Cuando surgi¨® la pandemia de COVID-19, el desprecio de los derechos humanos era un fen¨®meno muy extendido, por lo que en febrero anunciamos un llamamiento a la acci¨®n en favor de los derechos humanos en el que nos compromet¨ªamos a anclar la labor de la Organizaci¨®n en la dignidad de las personas, prestando especial atenci¨®n a aspectos como el desarrollo sostenible centrado en los derechos, los derechos en tiempos de crisis, la igualdad de g¨¦nero y la igualdad de derechos para las mujeres, la participaci¨®n p¨²blica y el espacio c¨ªvico, los derechos de las generaciones futuras, especialmente la justicia clim¨¢tica, los derechos como eje de la acci¨®n colectiva y las nuevas fronteras de los derechos humanos. La pandemia no tard¨® en poner a prueba estos compromisos, pero los derechos humanos han sido uno de los pilares de la respuesta de las Naciones Unidas.

ALZAR NUESTRAS VOCES POR LA PAZ

La pandemia est¨¢ teniendo profundas repercusiones sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas, y tenemos que hacer todo lo posible por buscar la paz y la unidad que en estos momentos necesita el mundo para concentrarse en una sola batalla: luchar todos juntos contra la COVID-19. Por esta raz¨®n, el 23 de marzo de 2020 hice un llamamiento en favor de un alto el fuego mundial, que ha sido amplia- mente respaldado por el Consejo de Seguridad, casi 180 pa¨ªses, m¨¢s de 20 grupos armados y 800 grupos de la sociedad civil. Estoy trabajando con mis enviados y enviadas especiales para establecer un alto el fuego efectivo en cada caso y hacer todo lo posible por superar el legado que dejan los conflictos prolongados.

Una de las participantes en la reuni¨®n general celebrada en el marco del 63er per¨ªodo de sesiones de la Comisi¨®n de la Condici¨®n Jur¨ªdica y Social de la Mujer saludando a una funcionaria de las Naciones Unidas (Nueva York, 12 de marzo de 2019)

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Pero la violencia no se da solo en el campo de batalla, sino que afecta a muchas mujeres en sus propios hogares, donde muchas comparten ahora confinamiento o cuarentena con sus maltratadores. Por ello, en abril hice un llamamiento para poner . Unos 146 Estados Miembros se comprometieron a incluir medidas de prevenci¨®n y lucha contra la violencia en sus planes de respuesta a la COVID-19.

CUMBRE DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL CLIMA: 12 GRANDES RESULTADOS

RENOVAR EL MULTILATERALISMO

Cuando superemos esta pandemia, no podemos volver a un mundo que solo tiene en cuenta a unos pocos. Necesitamos un nuevo contrato social dentro de los Estados y un nuevo pacto global entre ellos. Tenemos que establecer una nueva gobernanza global, volver a equilibrar los sistemas financieros y comerciales, lograr un suministro efectivo de los bienes p¨²blicos mundiales esenciales y basar las decisiones en normas de sostenibilidad. Para recuperarnos de la COVID-19 y renovar el multilateralismo, es imprescindible conseguir una globalizaci¨®n justa, respetar los derechos y la dignidad de todos y cada uno de los seres humanos, vivir en equilibrio con la naturaleza, tener en cuenta los derechos de las generaciones futuras y medir el ¨¦xito en t¨¦rminos humanos, no econ¨®micos.

Una de las participantes en la reuni¨®n general celebrada en el marco del 63er per¨ªodo de sesiones de la Comisi¨®n de la Condici¨®n Jur¨ªdica y Social de la Mujer saludando a una funcionaria de las Naciones Unidas (Nueva York, 12 de marzo de 2019)

Estas son las lecciones que nos ha ense?ado la COVID- 19, pero tambi¨¦n el claro deseo expresado en el proceso mundial de consultas celebradas con ocasi¨®n del 75¡ã aniversario de las Naciones Unidas. Las personas necesitan un sistema de gobernanza global que les aporte resultados y se base en una participaci¨®n plena, inclusiva e igualitaria en las instituciones mundiales. Estoy deseando colaborar con los Estados Miembros y la sociedad civil para trazar un rumbo que nos permita cumplir juntos estas expectativas.

Por otro lado, para formular enfoques multilaterales necesitamos tambi¨¦n una cooperaci¨®n digital m¨¢s estrecha, ya que la tecnolog¨ªa puede ser de inmensa ayuda para recuperarnos de la COVID-19 y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De ah¨ª que mi Hoja de Ruta para la Cooperaci¨®n Digital contemple un futuro digital inclusivo y sostenible para todos.

FORTALECER NUESTRA ORGANIZACI?N

En nuestro empe?o por revitalizar el multilateralismo, hemos seguido implementado una para mejorar la eficacia y la rendici¨®n de cuentas de las Naciones Unidas.?En 2019 se crearon nuevas estructuras en las esferas de trabajo de la Secretar¨ªa relacionadas con el desarrollo, la paz y la seguridad y la gesti¨®n para que la Organizaci¨®n pudiera responder con m¨¢s flexibilidad a las necesidades que fueran surgiendo y cooperar mejor en todos los pila- res de su labor. Los nuevos enfoques surgidos de las reformas han superado una prueba de fuego, puesto que gracias a ellos las Naciones Unidas han podido continuar su labor esencial sin interrupciones durante la pandemia de COVID-19.

Solo si la Organizaci¨®n es inclusiva y equitativa podr¨¢ ser nuestro sost¨¦n de cara al futuro. A este respecto, hemos mantenido la en el personal directivo superior y ya contamos con m¨¢s jefas y jefas adjuntas de misi¨®n que nunca. Tambi¨¦n estamos tratando de aumentar la diversidad geogr¨¢fica de nuestra fuerza de trabajo: en marzo de 2020 puse en marcha la Estrategia de Diversidad Geogr¨¢fica para ampliar la representaci¨®n de los Estados Miembros que no est¨¢n representados en la Secretar¨ªa o cuya representaci¨®n es insuficiente. Y en 2019 present¨¦ la Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusi¨®n de la Discapacidad, la primera de nuestra historia, cuyo prop¨®sito es mejorar los est¨¢ndares y el desempe?o de la Organizaci¨®n en este ¨¢mbito e intensificar los esfuerzos coordinados para transversalizar la inclusi¨®n de la discapacidad en todo el sistema de las Naciones Unidas. Reuni¨®n

En 2020, el Secretario General lanz¨® una estrategia de datos para construir un ecosistema de datos “de la ONU” y aprovechar el poder de los datos para la organizaci¨®n, las personas y el planeta..

Con el fin de prepararnos mejor para los desaf¨ªos del siglo XXI, 50 entidades de las Naciones Unidas dise?aron juntas una estrategia en materia de datos que constituye un plan exhaustivo para lograr el cambio a partir de los datos. Puesto que todos los aspectos de nuestra labor se basan en los datos, aprovechar su potencial con responsabilidad es de suma importancia para las agendas globales en pro de las cuales trabajamos.

Los problemas financieros siguen amenazando con afectar a las actividades y reformas de la Organizaci¨®n. En 2019 la escasez de efectivo para el presupuesto ordinario fue la m¨¢s grave de los ¨²ltimos diez a?os y se teme que en 2020 siga empeorando la situaci¨®n. La escasez de efectivo nos est¨¢ obligando a anteponer unas actividades a otras en funci¨®n de la disponibilidad de fondos, no de las prioridades program¨¢ticas.

El Secretario General Ant¨®nio Guterres con miembros de la Junta de los Jefes Ejecutivos para la Coordinaci¨®n (JJE).

DE CARA AL FUTURO

Mientras tratamos de superar los efectos de la COVID- 19, tenemos la oportunidad de construir un mundo m¨¢s equitativo. Para ello hay que crear un nuevo contrato social que integre la educaci¨®n, el empleo, el desarrollo sostenible y la protecci¨®n social y se base en la igualdad de derechos y oportunidades para todos. Los futuros sistemas de protecci¨®n social deben incluir la cobertura sanitaria universal y promover el empleo de las mujeres y la igualdad de g¨¦nero, la inversi¨®n en servicios p¨²blicos y una econom¨ªa que beneficie a las personas y al planeta.

Tambi¨¦n necesitamos un nuevo pacto global que vuelva a equilibrar los sistemas mundiales de gobernanza,
finanzas y comercio y que base las decisiones en normas de sostenibilidad, poniendo as¨ª de relieve las aspiraciones de la Agenda 2030. La COVID-19 supone una tragedia para la humanidad, pero tambi¨¦n ofrece una ocasi¨®n ¨²nica para nuestra generaci¨®n: comprometernos a reconstruir para mejorar, defendiendo los ideales y la determinaci¨®n reflejados en la Carta firmada hace 75 a?os, que sigue siendo nuestra gu¨ªa para avanzar juntos.

Joven visitante con una sudadera con el lema “Nuestra generaci¨®n cambiar¨¢ el mundo” escuchando durante una visita guiada la explicaci¨®n de los m¨¦todos de trabajo del Consejo de Seguridad (Nueva York, 15 de noviembre de 2019)